Mayo es el mes en el cual las gratitudes hacia nuestras madres impregnan el ambiente de paz, amor y comprensión. Detengámonos a reconocer el invaluable legado que han dejado como herencia. Las madres tabasqueñas como primeras mentoras de vida, han moldeado el carácter y los valores de las generaciones futuras, marcando el rumbo de hombres y mujeres comprometidas con la justicia y la equidad.

En nuestra labor como institución, nos comprometemos a fortalecer esas enseñanzas, dado que entendemos que criar es un desafío y requiere dedicación, tiempo y sabiduría, por ello en este mes honramos el amor y la entrega de aquellas que, como alfareras, modelan el futuro con sus manos amorosas.

Los Derechos humanos, como pilares de una sociedad justa, son también el fruto de los valores que nuestras madres nos inculcaron, recordemos que el hogar es nuestra primera escuela, donde se cimientan los principios que nos definirán como ciudadanas y ciudadanos íntegros y valiosos para la sociedad.

La Comisión Estatal de los Derechos Humanos somos esa mano amiga que brinda las herramientas
necesarias para cultivar valores como la igualdad, la dignidad y el respeto en nuestra vida diaria.